Con el cambio de verano alguno de los viajes que haces bajo la luz del sol pasará a ser un viaje nocturno.

Conoce algunos trucos para realizarlos en mejores condiciones.

Más de un tercio de los accidentes mortales se producen por la noche, a pesar de que a estas horas existe un 60 por ciento menos de tráfico que durante el día. Por este motivo es necesario tomar una serie de precauciones extra.

Con la oscuridad los peligros aumentan, y con ella se reduce también la agudeza visual y los objetos oscuros apenas se perciben. Por otra parte, podemos sufrir deslumbramientos provenientes del resto de vehículos que circulan por la carretera.

Durante la noche hay que contar además con que un mayor número de conductores circulan bajo los efectos del alcohol, de drogas o simplemente de cansancio. Además, es habitual ver conductores que circulan a velocidades excesivas para la capacidad visual de sus ojos.

A pesar de todo, hay quienes prefieren las noches para conducir por diversos motivos. Uno de ellos es la menor densidad de tráfico. Otro, la posibilidad de realizar una conducción más relajada y, finalmente por el hecho de poder llevar un promedio de velocidad más elevada.

Diez Conejos:

• Debemos ser capaces de parar totalmente el vehículo dentro del campo de iluminación de los faros. Aunque parezca imposible, debería ser asi.
  -Mantener una distancia de seguridad no inferior a tres segundos con respecto al coche de adelante.
• Cuando empiece a atardecer o pensemos que somos menos visibles de lo normal, debemos encender las luces de cruce (nunca posición solamente).
• Si aparecen síntomas de fatiga, debemos parar inmediatamente, realizar algún ejercicio suave, ingerir alimentos y/o alguna bebida energizarte, pero sin abusar.
• Si aparecen síntomas de somnolencia, debemos parar lo antes posible, bajar del coche y realizar ejercicios suaves. Si es necesario dar una cabezadita, no dudes en hacerlo. Aquí las bebidas estimulantes no son efectivas, pues al desaparecer su efecto la somnolencia será mucho más peligrosa.
• Debemos usar las luces largas lo más posible, siempre y cuando no deslumbremos a los vehículos contrarios o al que se encuentre por delante de nuestro coche.
• Cuando seamos delanteros, si llevamos las luces largas, debemos cambiarlas por las de cruce cuando estemos en paralelo, para tener la máxima distancia iluminada sin deslumbrar al coche que adelanta.
• Si la intensidad de la luz del cuadro de mandos nos molesta o no nos deja ver bien la carretera, no debemos dudar en disminuir su luminosidad (mucha gente no cae en ello)
• Regula bien los faros un par de veces al año. Muchos coches tienen un dispositivo para variar la altura desde el interior, pero no basta. También hay que regular los proyectores lateralmente, para dirigir el haz de luz hacia los lugares adecuados
• Limpiar también el cristal de los faros. Especialmente en verano, las paradas no deben venir marcadas por la necesidad de repostar combustible, sino por la necesidad de ver bien. Limpiar los faros y el parabrisas con frecuencia alivia el esfuerzo para ver.