No soy de esas personas que tiene buena "resistencia" al alcohol, como otras dicen tenerla. Disfruto de mi mojito o de un vinito tinto de vez en cuando (nunca en combinación), pero reconozco mis límites y prefiero no manejar si he tomado más de una gota de alcohol. Interesantemente, no es raro que te encuentres con muchas personas que se dicen estar en total control de sí mismas luego de haber tomado dos o tres (¡o cuatro o cinco!) copitas y van tras el volante muy confiadas.