En los EE. UU., en el 2010 se dieron unos 112 millones de casos de conductores que manejaron después de haber consumido bebidas alcohólicas. Cuando alguien maneja embriagado pone en peligro la vida de todas las personas en su camino. Decídase a no manejar si ha tomado alcohol y ayude a que los demás hagan lo mismo.
Conducir borracho es un problema grave que no debe tomarse a la ligera. De acuerdo a la National Highway Traffic Safety Administration, más de 17.000 personas murieron como resultado de choques relacionados con el alcohol el año pasado, por conductores ebrios. Los accidentes relacionados con el alcohol representan más de un tercio de las muertes vinculadas con el tráfico. Estas estadísticas son alarmantes y es triste porque se podrían evitar fácilmente. La alcoholemia es delito cuando pasa de los niveles legales aceptables.
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