MEXICO

La Preparatoria Regional de Puerto Vallarta realiza un programa para concienciar a los jóvenes de los riesgos de manejar alcoholizados

Luego de tomar dos o tres copas de tequila, ron o cualquier bebida alcohólica la sensación de euforia se hace presente, siempre seguida de mareos, vista borrosa y falta de coordinación en los movimientos. Esto, mientras se conduce un automóvil, es una situación con un desenlace muchas veces fatal. A través de la simulación de estas sensaciones tras un volante, pero de bicicleta, la Preparatoria Regional de Puerto Vallarta busca concienciar a sus estudiantes del riesgo de manejar bajo los efectos del alcohol.

Se trata de un programa permanente llamado El alcohol y el volante entre los jóvenes no se llevan nada bien, en el que los alumnos realizan una dinámica en la que se colocan unos gogles simuladores de diferentes estados de ebriedad y al mismo tiempo conducen una bicicleta de 50 centímetros o un carro de pedales para averiguar hasta qué punto es posible hacerlo correctamente sin tener un "accidente", explicó el director de la preparatoria, Armando Soltero Macías.

El programa, que fue presentado ayer en el andador Escorza, a un costado del edificio de rectoría de la Universidad de Guadalajara (UdeG), incluye una representación completa, con paramédicos, peatones, agentes de tránsito, árboles y obras públicas.

La intención, aseguró el director, es que todos los estudiantes de la preparatoria vivan la experiencia con los simuladores y así reducir los accidentes en el municipio en los que está involucrado el alcohol, que actualmente alcanzan 45 por ciento.

El costo de los simuladores, las bicicletas, los carros de pedales y todas las herramientas necesarias para llevar a cabo la dinámica tuvieron un costo de 45 mil pesos, explicó Armando Soltero.

"Conducir en los cinco sentidos es un riesgo al que todos los días estamos expuestos quienes circulamos en la ciudad [...]", aseguró el Alfredo Celis de la Rosa, investigador del Departamento de Salud Pública del Centro Universitarios de Ciencias de la Salud (CUCS). Con sólo dos caballitos de tequila o tres cervezas, dijo, aumenta cuatro o cinco veces el riesgo de accidentes, y si el que se los toma es un adolescente este peligro se multiplica por 2.5, es decir el riesgo aumenta entre 10 y 12 por ciento.

A través de la simulación de los efectos del alcohol en el organismo, como mareos, vista borrosa y falta de coordinación en los movimientos, mientras se conduce una bicicleta o un carro de pedales, es como la Preparatoria.