MÉXICO

Ya lo sabemos, conocemos lo que pasa cuando juntamos el alcohol y el volante; cada vez que se toma una copa seguramente está sintiendo los efectos que causa en usted. No necesita estar borrarcho para sentirlo, de hecho por eso lo sigue haciendo, pues le da una sensación que ninguna otra cosa puede darle.

Las bebidas con alcohol, sin querer satanizarlas, siempre han sido tema de control de los gobiernos, un tópico en la salud de la población y son causa de problemas sociales dentro de las familias.

De hecho, una de las mejores organizaciones y métodos de ayuda sale precisamente de la enfermedad del alcoholismo, Alcohólicos Anónimos.

Lo mejor que puede usted pensar es que si se toma una sola copa no debe tomar ningún volante, puede prepararlo, planearlo y los servicios de taxis, amigos, conductores designados, etcétera, le pueden librar de un gran problema en la vida.

Las 36 horas de arresto resultan pocas para alguien que maneja con exceso de alcohol en su organismo. El respeto de tomar la cantidad de alcohol que decida inicia con el derecho de circular de los demás.

Piénselo, le hablamos de personas que han quedado marcadas, impedidas en sus funciones motoras, familias mutiladas, niños atropellados; piense en el caso que quiera, por que a alguien se le ocurrió "manejar con algunas copas de más".

Las bebidas con alcohol generan economía hasta identidad si es que ve casos como el tequila.

¿Se ha cuestionado si puede manejar y su respuesta ha sido sí? Desde el momento que se lo preguntó o alguien le sugirió que no lo haga, o cuando usted tome una copa, por favor tome conciencia. Sin duda, el alcohol disminuye su capacidad para manejar. Imagine que encender su motor es como cortar cartucho de un arma, sin alcohol es ya una gran responsabilidad y requiere de habilidad para controlarlo. ¿Le suena lógico arrancar un vehículo con alcohol en su organismo? ¿Le ha chocado una persona alcoholizada? Imagine que sea usted el alcoholizado y en su conciencia una familia quede sin padres. Tomar alcohol debería ser igual a tomar taxi.

FUENTE:      El Mexicano, 18-08-07, impreso / Autos / Comentario del editor