MEXICO

Durante el primer trimestre del año en curso, un total de 504 personas acudieron al curso obligatorio de conductores de alto riesgo que imparte la Escuela de Educación Vial de la Dirección General de Tránsito Municipal de Ciudad Juárez Chihuahua, luego de ser asegurados para observación de 12 a 36 horas por conducir en estado de ebriedad.

En enero acudieron al curso 136 automovilistas, en febrero asistieron 135 y en marzo, la cantidad ascendió a 233.

El curso tiene una duración de cuatro horas y se imparte los miércoles de 11:00 a las 15:00 horas, así como los domingos de 9:00 a las 13:00 horas, mismo que se imparte en el parque de Educación Vial situado en Heroico Colegio Militar y Avenida Universidad, enseguida de la Oficina de Transporte Público del Estado.

Los conductores sancionados están obligados a asistir a la instrucción que imparten los agentes de Tránsito, ya que sólo así pueden recuperar su permiso de conducir que les aseguran desde el momento en que son detectados conduciendo su vehículo con algún grado de ebriedad.

Los agentes de Tránsito son apoyados en esta tarea por integrantes de Alcohólicos Anónimos, estudiantes próximos a graduarse de psicólogos de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, así como personal del Centro de Prevención de Adicciones del Gobierno del Estado.

Las pláticas a los conductores se divide en dos partes: una tiene como objetivo narrar los riesgos que se corren al guiar bajo la influencia del alcohol y la otra cómo se mide el nivel de alcohol en el cuerpo y las reacciones del organismo ante esta ingesta.

También se les muestra el impacto económico que significa para la familia el que uno de sus miembros sea detenido por guiar en estado de ebriedad, ya que puede pagar sanciones que varían de los 2 mil 887 a los más de 4 mil pesos.

Por parte de los miembros de la AA, se les invita a reflexionar sobre el consumo de alcohol y la posible enfermedad que puedan estar sufriendo los guiadores sancionados y aunque inicialmente hay mucha reticencia, muchos de ellos al final deciden asistir de manera voluntaria a las sesiones de AA, al reconocer sus problemas con la bebida.