ESPAÑA

El programa «FormaT» pretende fomentar actitudes responsables entre los estudiantes

Los futuros conductores compostelanos llegarán con más de una lección aprendida a las autoescuelas. Los jóvenes son cada vez más conscientes de los peligros del alcohol al volante y de la importancia del cinturón de seguridad. Muchas veces son ellos quienes deben recordar a sus padres las precauciones básicas. Así lo demostraron los cien estudiantes compostelanos de entre 14 y 17 años que participaron ayer en la Alameda en el programa de educación vial FormaT, organizado por el Concello, RACE y Toyota.

Alumnos de ESO y Bachillerato del instituto Antón Fraguas, Lamas de Abade, Rosalía de Castro, el colegio San Paio y miembros de la Asociación Sarela para personas con daños cerebrales, comprobaron con simuladores los efectos de una colisión y de conducir bebido. FormaT incluye una clase teórica en la que aprendieron claves de seguridad y movilidad sostenible.

«Flipas, qué mareo», comentaban estudiantes del IES Rosalía de Castro tras un fallido intento de caminar en línea recta con las lentes simuladoras de alcoholemia. «Después de ver esto te das cuenta de que es imposible conducir borracho», comenta Alba Salgado. El simulador de un impacto a 30 kilómetros por hora también sorprendió a los estudiantes, que trataban de imaginar cómo sería el choque a más velocidad. Por eso, se ponen siempre el cinturón «aunque sea para un trayecto corto», dice Anxo Carreira, de 16 años. Rosa y Paco, que acompañaron a sus alumnos y también participaron, aseguran que los estudiantes están concienciados con la seguridad vial, «pero a veces aún se les escapa alguna bravuconada sobre el tema».

El programa FormaT quiere fomentar la seguridad entre los jóvenes, que suponen el 18% de los fallecidos en accidente de tráfico y el 42% de estas muertes se produce en fin de semana.