MEXICO

El jueves pasado fui a Monclova, ya de regreso, poquito después de las dos de la madrugada del viernes, estaba ya entrando a Torreón, cuando a la altura del ejido La Concha, salió de esta comunidad un taxi, Atos rojo, sin número económico visible, para tomar por el bulevar Torreón-San Pedro, con rumbo hacia la Ibero, iba delante de nosotros como a unos 50 metros, cuando empieza a hacer eses casi topa con el camellón central, va hacia el acotamiento, regresa al camellón; ya en esos momentos lo rebasamos cuidándonos de no dar un golpe, ya adelante, lo vemos que a la altura del segundo retorno se cruza y empieza a circular en sentido contrario, pasa a un lado de un camión de transporte de personal, una segunda unidad del mismo tipo debe maniobrar para esquivarlo...

A esa altura, pensamos lo que íbamos dentro de la camioneta, ya se habrá dado cuenta de que va mal, de cualquier forma, marqué al 060...

El taxista siguió su marcha, a la altura del nuevo San Isidro trató de regresar a su carril, debiendo dar un volantazo para seguir en sentido contrario sin subirse al camellón, y ante nuestra mirada atónita, siguió en contra subiendo al puente de la Ibero, cruzó un primer auto sin mayor problema al vernos haciendo señales de alerta, y al iniciar el declive, un segundo auto maniobró bruscamente al ver de frente a la unidad de servicio público; saliendo del puente, brincó el camellón en donde por una nada no pegó contra uno de los postes de alumbrado, siguiendo ya con exceso de velocidad en el carril de circulación correcta, hasta llegar al cruce del bulevar con la carretera a La Unión, donde se frenó la unidad, para dar en reversa unos 100 metros hasta subirse a una de las jardineras de la gasolinera que ahí se ubica.

Llegó una patrulla de la Dirección de Seguridad Pública y se llevó en calidad de  detenido al chofer, quien manejaba en completo estado de ebriedad, y al decir de los policías, presuntamente bajo el influjo de algún enervante.

Afortunadamente, este suceso que nos tocó presenciar no llegó a afectar de manera directa a nadie, a excepción del conductor, pero sí lleva la reflexión de peligroso que son este tipo de sujetos, sean o no choferes de taxi, porque al conducir en estado de ebriedad no sólo ponen en riesgo su vida, sino a las de otros que son completamente inocentes, y que pueden ir manejando con todas las precauciones debidas, pero ¿cómo saber que al terminar la curva vendrá alguien en sentido contrario?

Definitivamente, yo no creo que la solución sea limitar la venta de alcohol para evitar accidentes, este sujeto seguramente salió al día siguiente pagando una fianza de 450 pesos y algo así como 200 más por la multa administrativa y corralón, si es que no acudió a sus líderes para que se condonaran las sanciones y le entregaran el auto sin mayor problema.

Creo que debemos hacer conciencia del riesgo de manejar ebrios, y la autoridad debe endurecer las penas por manejar así: 3 días de cárcel y registro en la ficha sinaléctica a quien maneje ebrio, y que se considere como agravante en el caso de que se genere un delito por esta causa; que se deposite el auto en el corralón y que el castigo sea por siete días sin derecho a condonación de gastos de pensión, y sobre todo, que se eviten los tráficos de influencias de que mi amigo, mi líder o mi regidor me podrá ayudar a no pagar.

Ya leo a algunos diciendo que nomás sería darles más filo a los colmillos de los agente de vialidad, pero la verdad es que ya debemos hacer algo para esto, a mí no me gustaría tener un accidente donde alguien de mi familia se vea afectado por un borracho, o cargar con la culpa de que en el choque se mató el imbécil que había tomado hasta dormirse, aunque yo no tenga la responsabilidad de ello.

Los borrachos no deben manejar.

No hay pretextos en contra, por mucho que digan que es parte de su trabajo, por mucho que digan que sí me controlo, por mucho que digan lo que digan, son borrachos, y detrás del volante son asesinos en potencia.

No soy parte de, pero mi apoyo pleno a no a conducir ebrio...