MEXICO

Ya llevamos varios años con el tema del alcoholímetro de moda. Mucha gente ha ido a parar al Torito en una de esas noches de irresponsabilidad y otros en una de esas noches de mala suerte. Las historias que se cuentan de ese lugar son terribles, que si huele muy mal, que si estás en la misma celda con malandrines, que si te tratan como perro... poco funciona un amparo porque, eventualmente, irán por ti y tendrás que pagar como un cristiano cualquiera tu condena por borracho y necio.

La idea del alcoholímetro desechable es poner a tu alcance un medio que te anticipe si eres o no un buen candidato para desfilar por los pasillos del Torito o si de plano fuiste el más responsable de la fiesta. Con una muestrita de baba, este papelito detecta la cantidad de alcohol que tiene tu cuerpo y te da el resultado en segundos. En principio, se tiene pensado ponerlo en dispensadores en lugares donde se vendan bebidas alcohólicas, el costo aproximado del alcoholímetro de papel es de 15 pesos, así que nadie podrá tener ninguna excusa para probarse antes de meterle la llave al coche.

Hay que estar conscientes de diversas cosas ahora que sale el nuevo alcoholímetro de bolsillo. Desafortunadamente seguimos siendo bien valemadristas y aún se encuentra uno a borrachos fundidos manejando como si los viniera persiguiendo un cocodrilo por el Periférico (o sea, en zig zag), lo que pienso es que esos borrachines saben que están borrachos, porque hay niveles de niveles. Creo que lo más importante es que todos comencemos a tomar conciencia, que entendamos de una vez por todas que no es un juego manejar borracho, que es la vida de otros y la nuestra la que ponemos en peligro y, además, es un delito penado con cárcel si, ebrios, llegamos a lastimar a alguien.

Hay otros casos para los que sí puede funcionar este papelito y es para los que de repente se echan sus dos que tres copitas y no están seguros de que si los agarren la libren, aunque se encuentren sobrios aparentemente. Mucha gente se queja de que el alcoholímetro se lleva a muchos sobrios que podían manejar perfectamente. Bueno, ahí les va... desde la primera copa, el cuerpo va perdiendo reflejos, no es lo mismo reaccionar ante un frenón, un perro que se atraviesa, o lo que sea, sin una sola copa en la cabeza, a ya traer tres cubas encima. Mucha gente sí asimila el alcohol de manera más aparatosa (Debido a su experiencia en el consumo de bebidas con alcohol y a su sexo, talla, peso y condiciones generales de salud) y se han tomado dos cervezas y ya no son aptos para manejar... cada quien su cuerpo y de eso dependemos, así que dejémonos de quejar y comencemos a incluir en el presupuesto de la fiesta a un chofer, un taxi o lo que sea.

Ya no supe si al fin va a empezar a funcionar el transporte público por las madrugadas, eso es una excelente moción, pues muchos podríamos hasta utilizar el Metrobús y llegar sin arriesgar nuestra vida ni la de nadie. Eso es lo que tiene que hacer el gobierno, darnos posibilidades alternas, exigir a todas las discotecas y bares que tengan un servicio de taxis sin tanta complicación, no sé... facilitarle al que se divierte alternativas para no sacar el auto.

La mayoría de las personas sacamos el coche en la noche por la flojera de pedir un taxi y que no haya, de esperar a que llegue y después nos quiera sacar un dineral por llevarnos a la casa.

Así que trabajemos todos juntos para lograr que al Torito le baje la afluencia de borrachos y las autoridades se puedan concentrar en cosas más importantes como la seguridad durante las noches, y no en estar cuidando una manada de borrachos decididos arriesgar su seguridad y la de los demás cada fin de semana.

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una. Voltaire