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CÓMO HABLAR DE ALCOHOL Y VOLANTE

Publicado por daniel 31/01/2009 00:04 / 0 Comentarios Ver nota completaEnviar nota a un Amigo

La última cruda: dos ex alcohólicos ofrecen su testimonio

ESTADOS UNIDOS

La lucha contra la bebida empezó en nuestro país el 18 de diciembre de 1952, cuando un alcohólico local entró en contacto con la oficina central de Alcohólicos Anónimos en los Estados Unidos y consiguió mantener la sobriedad: eso ocurrió hace ya medio siglo y significó el desembarco de la entidad en la Argentina. Como una forma de homenajear el esfuerzo de sus integrantes por rehacer sus vidas El Barrio recurrió al testimonio de Guillermo, quien entre los numerosos papeles tiene sobre su escritorio y que intentan definir a Alcohólicos Anónimos el más contundente dice: "AA es una organización mundial de hombres y mujeres que se ayudan unos a otros a mantener su sobriedad y que comparten libremente la experiencia de su recuperación con otros que pueden tener un problema con la bebida". Este movimiento no realiza ningún tipo de trabajo en el campo de la investigación, educación o propaganda con respecto al alcoholismo ni ofrece tratamientos psiquiátricos o médicos, sino que se basa en un programa de doce pasos diseñados para la recuperación personal del adicto.

Luz al final de la botella

 

Guillermo es un bebedor recuperado, vecino de Villa Pueryrredón, que cuenta su experiencia para corroborar esa vieja idea de que la salida es posible si uno se la propone encontrar. "Yo empecé de la misma manera que todos, no me daba cuenta de nada -explica-. En un momento de nuestras vidas las cosas empiezan a andar mal. En realidad siempre estuvieron así pero uno no se daba cuenta. Durante mi primer matrimonio se presentaron situaciones con mi mujer que no podía resolver y ella me acusaba de tomar demasiado. Ningún alcohólico admite de entrada su situación y yo no fui la excepción. Siempre negaba todo argumentando que me gustaba tomar y que tenía cultura alcohólica". Luego de varios intentos de separación, lo inevitable llegó: "O vas a Alcohólicos Anónimos o se termina todo", le dijo la esposa.

 

Ante semejante amenaza Guillermo decidió concurrir al grupo de Villa Urquiza sin estar muy convencido y sin demasiadas expectativas. El recuerda ese momento como el "intento de mi mujer por hacerme bajar el último escalón que me quedaba para la denigración completa, pero en realidad fue el primero para salvarme". A pesar de eso su matrimonio fracasó. Su ingreso a la comunidad no estuvo exento de encontronazos internos. Acostumbrado a "sacar los trapitos al sol" dentro del hogar, no comprendía por qué esas treinta personas desconocidas lo iba a ayudar. Es más, sospechaba que detrás de todo estaba su ex mujer contando todo porque sus compañeros tenían vivencias similares. Con el tiempo comprendió que no había ningún complot, que con sus compañeros también podía intercambiar experiencias.

Los pies sobre la tierra

 

"Lo más significativo era que nadie me acusó de nada, nadie me decía lo que tenía que hacer porque todos eran borrachos como yo -afirma Guillermo-. Además me dijeron que si yo seguía tomando todos ellos sabían lo que me iba a pasar, pero si yo dejaba de tomar nadie sabía lo que me iba a suceder porque la vida seguramente sería distinta. Recuerdo que tomé ese jueves y el viernes: el sábado ya no bebí luego de ir a la reunión. A mí me gusta jugar al fútbol y a la semana de no beber sentí que podía reconocer a mis compañeros, que tenía los pies sobre la tierra. Empezaron los cambios físicos y decidí quedarme a pesar de que no estaba muy convencido de ser alcohólico, pero descubrir que era una enfermedad me sacó las culpas porque yo no hacía las cosas que hacía porque era un hijo de puta sino porque estaba enfermo".

 

Guillermo confiesa que en los tiempos de ebriedad vivía mal porque a su familia le daba cosas que a ellos no les interesaba y eso le generaba frustración. "Siempre me preocupaba más la impresión que le causaba a los demás más de lo que yo necesitaba. He intentado cumplir algunos de los puntos del programa de AA y considero que tuve éxito", reconoce. Así, con esfuerzo, consiguió las mejoras prometidas y reconoce que el alejamiento de sus hijos no es por el alcohol sino por la separación. Hoy está en pareja con Ana y la vida le ofrece una revancha con el hijo y los nietos de ella. Además de sentirse satisfecho y en paz por los logros conseguidos, intenta que aquel que está sufriendo sepa que hay una salida: el cumpleaños número 12 de su último sorbo de alcohol es su mejor testimonio.

"Borracha metódica"

 

Ana está en la comunidad desde hace nueve años y reconoce que era una borracha metódica. "Tomaba cuando llegaba del trabajo a las siete de la tarde y al mediodía los fines de semana, nunca en horario de trabajo -aclara-. Buscaba un efecto, que me calmara la ansiedad y los nervios, no disfrutar del vino. Lo único que conseguí es seguir nerviosa pero mamada. Hasta que llegué a Alcohólicos Anónimos de Villa Urquiza con una sensación de que nada tenía sentido, como que había perdido el alma. Mi primer marido estaba jubilado por invalidez mental y mis hijos se independizaban cada vez más con sus novias, así que decía que nos quedábamos los cuatro: él con su locura y yo con mi botella. Un amigo de mi hijo me llevó al grupo, ingresé un sábado y me quedé para siempre".

 

Lo primero que halló en la comunidad fue protección, contención y afecto. "Aprendí a escuchar, cosa que yo nunca hacía", agrega. Las primeras 24 horas de sobriedad llevaron a otras 24 horas y luego se transformaron en tres días, que con la ayuda del grupo sumada al ferviente deseo no volver a sufrir el síndrome de abstinencia le permitió dejar el alcohol. "No hay nada más tremendo que amanecer con la resaca. Una de las cosas que me maravilló fue levantarme y recordar como había terminado el día anterior o poder disfrutar de los atardeceres, porque yo empezaba a tomar a esa hora", concluye Ana.

Si quieres beber es asunto tuyo. Si quieres dejar de beber llama a Alcohólicos Anónimos a los teléfonos 4931-6666, 4788-6646 y 4612-5191. Atención las 24 horas.

Autor: Javier Perpignan

Fuente: El Barrio

Humor: Alfredo Martirena (http://www.martirena.com)

 

FUENTE:
Desarrollo Personal/Portada

http://www.desarrollopersonal.la/2008/04/25/la-ultima-curda-dos-ex-alcoholicos-ofrecen-su-testimonio/

 

 


Publicado por Fisac 9:06 AM / 0 Comentarios Ver nota completaEnviar nota a un Amigo
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