Aun con el doloroso relato de las golpizas que su padre daba a su mamá, hoy en los ojos de Abril, 19, hay esperanza.

Desde los tres años vi a mi papá borracho, se ponía mal y le pegaba a mi mamá. En esos momentos mi hermana me protegía para que no me diera cuenta, pero yo escuchaba los gritos y veía a mamá golpeada. Era muy traumático, y aun así yo era una alumna ejemplar.

Hija perfecta

A pesar de todo, mi papá tenía mucha influencia en mí y me hizo madurar muy rápido.

La primera vez que mis padres se separaron, tenía 12 años. Mi mamá nos llevó a vivir con el abuelo, pero ella estaba neurótica y yo seguía apegada a papá, así que regresé a vivir con él. Durante seis meses adopté el papel de mamá: cocinaba, arreglaba la casa y lavaba la ropa. Por esas fechas papá comenzó a asistir a un grupo de AA y yo siempre lo apoyé. Y admito que me puse celosa cuando le pidió a mi mamá que regresara.

Alcoholismo seco

Yo tenía mucha fe en que sin el alcohol se acabarían los problemas, pero comenzó la neurosis. El golpe más fuerte que me dio su enfermedad fue cuando me agredió directamente. Yo tenía 13 años y me gustaba un niño, así que con la confianza que le tenía se lo conté, pero su reacción fue horrible. De ser su orgullo, pasé a ser una cualquiera. Los gritos que antes eran para mi mamá, ahora eran para mí.

Tenía 14 años cuando acompañé a mi hermana a un encuentro nacional de grupos Al-Anon (apoyo para familiares de alcohólicos). Al escuchar los testimonios de chavos de Alateen (grupos de adolescentes), lloré. Pensé: "No soy la única sufriendo". Nunca he sentido un abrazo como los que me dieron aquella vez. Y aunque en ese momento no ingresé a un grupo, la semilla ya estaba plantada en mí.

Las crisis en casa continuaban, mi papá seguía en AA, aunque a veces parecía que se le había metido el demonio; mi hermana desarrolló compulsión por la comida y mi mamá comenzó a ir a Al-Anon.

Ausencias y mentiras

Entré a la prepa y tuve libertades que no conocía. Comencé a faltar a clases, y aunque al principio sentía culpa por traicionar la confianza de mis papás, se me pasó. A fin de año me fui a dos exámenes extraordinarios y cuando en casa se enteraron, me castigaron obligándome a estudiar. Pasé los exámenes, pero algo se había roto en mi interior y comenzó mi etapa rebelde.

Terrible recaída

Un día comencé a escuchar gritos, pero no pensé en nada grave porque confiaba en que mis padres estaban en rehabilitación, hasta que oí un ruido. Cuando salí vi a mi mamá golpeada y a mi papá amenazándola con un bat. Él me gritó que saliera por un medicamento y cuando lo hice alcancé a oír que le dijo a mi mamá: "Tú no sales viva de aquí". Fui corriendo a pedir ayuda, rogando a Dios que no la matara, pero nadie me apoyó. Cuando regresé a casa, vi una pala y la agarré pensando: "Si le hizo algo, ¡la mató!". Cuando entré, cada uno estaba en su habitación. Ella levantó una denuncia, se separaron y nos mudamos.

Transformación

A los 16 años, en segundo de prepa, ya no entraba a ninguna clase, falsifiqué mi boleta, me la vivía en fiestas, me besaba con cualquier niño, comencé a fumar y tomar. Muy en el fondo sabía que no estaba bien, pero seguía así.

A un mes de terminar el año, llamaron a mi casa para avisar que había reprobado varias materias. Me sorprendió que mis papas hablaron tranquilos conmigo. Al escucharlos decir que si no quería estudiar no me forzarían, me puse a llorar. Se acabó mi soberbia... En la escuela nos enteramos que eran ¡11 materias reprobadas!

A estudiar

Cumplí 17 años y sentí horrible que nadie me felicitó, los había defraudado a todos...

Mi mamá me dijo que me acordara del grupo Alateen y en ese momento decidí ingresar, pensé que así bajaría la presión con mis papas. Llegué con temor pero me recibieron con una sonrisa y lloré sin máscaras cuando compartí mi testimonio. Desde el momento en que te unes, parece que te aprietan un botón y empieza a actuar la magia.

Vivir la magia

Cuando llegué a Alateen me sentía un monstruo, mi enfermedad emocional distorsionaba mi entorno, sentía culpa. He ido descubriendo mis cualidades y aprendido a valorar a mi familia, que es valiente y especial. Antes todos vivíamos alcoholizados, esta enfermedad nos carcomió, sin embargo, los grupos de autoayuda fueron la luz en nuestra vida oscura. Si tienes el valor de pedir ayuda, encuentras en Alateen un refugio que no se derrumba.

Autodiagnóstico

Marca los enunciados que definan tu forma de sentir y pensar acerca del alcohol en tu entorno.

(  ) ¿Te preocupa la bebida de tu padre, madre, amigo íntimo o pariente?

(  ) ¿Ocultas tus sentimientos pretendiendo que no te preocupas?

(  ) ¿Te parece que todas las fiestas se estropean a causa de la bebida?

(  ) ¿Encubres que otra persona bebe u ocultas lo que ocurre en tu casa? O ¿Detestas estar en tu casa?

(  ) ¿Temes disgustar a alguien por miedo a que se emborrache? O ¿Crees que nadie te quiere ni se preocupa por lo que te ocurre?

(  ) ¿Te asusta o avergüenza llevar a tus amigos a casa?

(  ) ¿Crees que el comportamiento del bebedor lo causas tú, otros miembros de la familia, amigos o la mala suerte?

(  ) ¿Haces amenazas como "si no dejas de beber me marcharé de la casa"?

(  ) ¿Prometes cosas a cambio de que deje de beber?

(  ) ¿Crees que si tu papá o tu mamá te amaran dejarían de beber?

(  ) ¿Amenazas con herirte o lo haces para asustar a tus padres?

(  ) ¿Tienes problemas económicos a causa de la bebida de otra persona?

(  ) ¿Se aplazan las horas de la comida a causa del bebedor?

(  ) ¿Has pensado en llamar a la policía por un comportamiento del bebedor?

(  ) ¿Has rechazado invitaciones a salir por temor o ansiedad?

(  ) ¿Crees que si él/ella dejara de beber tus otros problemas se resolverían?

(  ) ¿Tratas injustamente a otros por enojo con la persona que bebe?

Si marcaste varias preguntas, te afecta la forma de beber de un ser querido. ¡PIDE AYUDA!

¿Están en crisis?

1.  Sé el factor de cambio en tu hogar.

2 . No agredas para llamar la atención.

3.  No reacciones, piensa y actúa.

4.  Escucha a jóvenes que te entienden, abre nuevos caminos.

5.  Alateen te da la tranquilidad el valor para cambiar lo que no te gusta.