MEXICO

Comenzó con una probadita de chela en las fiestas de su casa, el cigarro a escondidas con los amigos de sus hermanos, y la pastillita que una compañera de la escuela le ofreció. Pronto, Laura había cruzado una puerta de la que no existe marcha atrás. El alcohol y las drogas, que al principio eran "su escape", terminaron siendo el peor viaje de su vida.

Como a los ocho o nueve años empece a tomar alcohol en fiestas que se armaban en mi casa y l sensación de evadirme me gustaba mucho. A los 11, comencé a fumar, a tomar mucho más alcohol, y a los 13 le seguí con pastillas y otras cosas"

Siempre existe alguien que llega y te invita, alguien te abre la puerta y te dice '¿quieres?', y tú tomas la decisión.

Yo vengo de una familia disfuncional. Mis papás se divorciaron cuando cumplí dos años y crecí sin la figura paterna. Mi mamá trabajaba mucho y no tenía tiempo de estar con nosotros así que me dejaba con mis hermanos. Siempre fui una chavita muy rebelde, sin límites en su vida. Contaba con todo: dinero una casa enorme, choferes, pero para mi no era suficiente.

"Dejé la escuela por completo, mí consumo fue aumentando, y a los 16 años me salí de mi casa, me fui a vivir a Puerto Escondido y  Acapulco. A los 18, regresé a México, y empezó todo el concepto electrónico. El reventón terminaba después de una semana. Abría los ojos y no sabía dónde estaba ni con quién, ni que había hecho... o qué me habían hecho.

"Vivía en casa de gente que conocía en el reven, me hice amiga de dos grandes cuates que fueron mis mancuernas del consumo.

"Mi consumo siguió, el papá de mi hijo y el otro cuate me comentaron que se iban a una clínica, que me recomendaban que entrara a un grupo, y como eran mis superbrothers, me fui a uno. Estuve limpia dos meses pero no me quede todo el tratamiento. No aguanté y volví a consumir, pero la sensación aquella vez fue de culpa. Teniendo la información ya no te sabe igual, no lo disfrutas, y con una culpa tremenda y vergüenza, me metí a un anexo por voluntad propia. Fue el lugar más horrible que te puedas imaginar, el olor, las camas, los cuartos... Me tenía que quedar como tres meses, pero no aguanté.

"Los abuelos de mi chavito me llevaron a una casa de recuperación de puras mujeres. Estuve ahí dos meses, en los que me demandaron por abandono de mi hijo. Al salir de ahí seguí limpia' seis meses, acudía a un grupo, pero todavía estaba tratando de que los demás me dieran la razón. Y así no funciona.

"Pero cuando llegué a ese punto tan triste en mi vida, con un vacío existencial enorme,  sin mi hijo, ni el apoyo de mi familia... me di cuenta de que la enfermedad me había vencido, el alcohol había ganado la batalla en mi vida, y me terminó controlando.

Creo que lo que me llevó al Grupo fue la soledad, el darme cuenta de que ya estaba sola en la vida. Me dio miedo lo que me podía pasar, ya no era agradable el viaje, era muy oscuro y macabro, entre toda la culpabilidad, vergüenza y desesperación dentro de mí.

Un 18 de febrero llegué al grupo pero fue de rodillas, con ataques epilépticos, con alucinaciones auditivas y visuales con un peso muy bajo, muy triste, derrotada, esa vez se acabó. Me apegué muchísmo al grupo, viví sola, cambié. Fue una decisión de  ser otra persona porque la que era no me estaba funcionando. Hasta el día de hoy, después de seis años me sigo manteniendo limpia.

"No tengo a mi hijo todavía, y es un dolor intolerable, es parte de mi realidad. Hoy, mi vida está increíble. Me casé, estoy embarazada, y estoy viviendo otra cosa.

"Siento que hoy acepto y agradezco todo lo que tuve que pasar para ser hoy quien soy, y para disfrutar de la vida de la manera en que la disfruto".

"Yo no lo creía cuando me hablaron de la enfermedad y me comentaron que era incurable, progresiva y mortal y que solamente había tres lugares donde me podía llevar: La Cárcel, los hospitales o la muerte, no entendí dije: Nooo, no es cierto."

[+] El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva, y a menudo mortal. Se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce daño cerebral progresivo.

[+] La drogadicción comienza con el abuso de drogas, cuando un individuo decide conscientemente consumirlas. Pero después de cierto tiempo, ocurren cambios en el cerebro que pueden convertir al abuso de drogas en adicción, una enfermedad crónica y recurrente. Necesitan un tratamiento para poder terminar con el comportamiento compulsivo.

[+] Según datos de la Encuesta Nacional de Adicciones (en 2002), 3.5 millones de mexicanos, entre 12 y 65 años, han consumido por lo menos una vez en su vida drogas prohibidas. 900 mil siguen haciéndolo y 570 mil personas son consumidoras habituales.

FUENTE:      Revista Eres/Pág. 94-95/Julio 2008