ESPAÑA

• Si estás en un control de alcoholemia ante todo utiliza la lógica, ni vas a cambiar las leyes con tus actos ni vas a sacar ningún beneficio enfrentándote a la policía. Y por supuesto no vas a engañar al alcoholímetro.

• La negativa a someterte a un control de alcoholemia es en sí mismo un delito, y conlleva una pena de 6 meses a un año de prisión no evitando con ello que, además, se perseguirá el delito de estar bajo la influencia del alcohol.

• Tenemos derecho a que se nos realice una segunda prueba y que esta segunda prueba se haga transcurridos al menos 10 minutos desde la primera. Y además a someternos, tras ésta, a otro sistema de control como un análisis de sangre o similar (orina...).

• Podemos formular y hacer constar cuantas alegaciones estimemos oportunas como por ejemplo estar tomando algún medicamento que pueda influir en el control o hacer constar los datos de nuestro acompañante. Insistimos en lo dicho antes, no sirve de nada enfrentarnos a la policía, están cumpliendo con su trabajo y tienen obligación y derecho de respeto.

• Si se ha bebido el alcoholímetro lo detectará. No conviene fiarse de recetas sin fundamento que pueden alterar el resultado, como fumar, tomar regaliz... lo más que podemos conseguir es que aumente el resultado del test y en lugar de una multa nos veamos ante un tribunal.