MÉXICO

Los indicadores más comunes que se le atribuyen a los accidentes de tránsito, lo que conlleva a poner en peligro la integridad física de las personas, se encuentran en la forma de conducir, el desacato a las normas de Tránsito y la ingesta de alcohol y drogas, afirmó el director de Tránsito Municipal, Gilberto Aguirre Aguirre, tras presentar una propuesta para hacer llegar la educación vial a todos los niveles de educación.

El funcionario admitió que también intervienen otras circunstancias como la señalización, el alumbrado público o la precariedad del asfaltado, sin embargo, antepuso que la participación ciudadana juega un papel preponderante como elemento clave para formalizar la educación vial.

En relación al tema, afirmó que "nos interesa visitar todas las escuelas", al tiempo, agregó que en las escuelas de educación media y superior, asisten jóvenes que pueden acceder a un permiso en el caso de ser menores de 18 años y a los mayores de edad, darles a conocer los requisitos para obtener su licencia de conducir, siempre, en el entendido de que tomen los cursos de educación vial y demuestren sus conocimientos de manejo.

La educación vial -dijo- no debe entenderse como la mera adquisición de conocimientos, sino como una problemática cívica. Respetar una señal de tránsito se debe considerar como el cumplimiento de una norma establecida por la autoridad y tras la que hay una sanción en caso de no cumplir.

"Tal vez sea una medida antipopular, pero vamos a continuar exigiendo el uso de cinturones de seguridad para los conductores y pasajeros y de cascos para los motociclistas, además de rigurosos en el respeto a las leyes contra el exceso de velocidad y la conducción bajo los efectos del alcohol", advirtió.

Hizo mención que la dependencia a su cargo aplicará en forma periódica los operativos antialcohol, porque gracias a la aplicación de esas medidas, se han logrado salvar vidas.

En este sentido, reconoció que cualquier estrategia de prevención debe ir acompañada de una aplicación eficaz y correcta de la reglamentación correspondiente en respeto del derecho de las demás personas.