Página de Inicio E-Mail
Contenido sindicado

Buscador:
 
 
 
Usuario: Password:
Recordar Contraseña|Registrarse >>


Publicado por daniel 15/04/2011 20:27 / 0 Comentarios Ver nota completaEnviar nota a un Amigo

Testimonios

Yo, ahora, soy simplemente, una persona que no bebe, otra como tantas otras personas que, al igual que yo, no beben.

 

Una persona igual que las demás personas abstemias; igual no, con una pequeña diferencia: Yo no bebo porque he bebido tanto y tan mal, que ya no sirve para disfrutar, ni tan siquiera para olvidar, que no me sienta bien ni lo puedo controlar, sino que es el alcohol el que me controla cuando lo consumo.

 

Doy gracias al motivo que me ha traído a este punto de reflexión y decisión, doy gracias a esa mala fortuna, a la que nunca quisiera olvidar, por que me permitió conservar la vida, y con ella, la oportunidad de poder vivirla de otra manera.

 

Sí, esto también me diferencia del resto de las personas que no beben: tengo la oportunidad de descubrir una nueva vida, la ilusión de empezar de nuevo, de conocerme sobrio, cosa que los demás abstemios ya conocen; o quizás no, ya que no todos han tenido la curiosidad, la necesidad de ello como la tengo yo en estos momentos.

 

Una curiosidad que se convierte en vital necesidad para conseguir mi objetivo: seguir sobrio todos y cada uno de los días de mi vida y así, hacerlos mejores, y poder sentirlos tal y como son para poder disfrutar de ellos todo lo que la vida, mi vida, me permita.

 

Y, así, a ratos feliz.

 

Sé que suena fácil así leído, y llevarlo a cabo no me ha resultar tan sencillo. Lo sé, pero con ilusión y un poco de esfuerzo podré lograrlo.

 

Una ilusión que hay que poner a la vida para que el tedio no se haga su protagonista, una ilusión que la vida pide para poder ser tal vida, sea cual fuere la circunstancia personal de cada uno; alcohólico o no.

 

Hablaba de lo que pensaba y aún, inspirado por la lucidez, sigo pensando. Hablaba de lo importante que es para mí el no perder la ilusión para poder conservar esta sensación tan placentera como es estar sereno. La ilusión y un poco de esfuerzo decía y sigo diciendo son necesarias para poder dejar de beber; para poder gobernar mi vida y llegar a buen puerto mientras disfruto de la travesía.

 

Si, la ilusión, el esfuerzo y algo que omití: La ayuda de las terapias sin las cuales no lo estaría consiguiendo, pues ya lo intenté solo y no llegué muy lejos. Fui a parar tan cerca de la orilla que una ligera brisa me devolvió al puerto del que partí.

 

Esta travesía necesita de algo más que la propia ilusión y la capacidad de esforzarse: y es la ayuda que desinteresadamente me ofrece esta asociación AEE (Asociación de Ex-alcohólicos Españoles), a la cual doy las gracias sin olvidarme de todas y cada una de las personas que lo hacen posible: veteranos y menos veteranos, psicólogos y moderadores, a todas sus experiencias vividas y contadas y muy especialmente a la persona que recogió mi SOS en el contestador y después me llamó. Persona a la cual, no sin rubor, pues sé leerás esto, reconozco como uno de los seres humanos más entrañables que he conocido, y que a petición suya le llamó Rafa, después de recriminarme por referirme a él como Don Rafael.

 

Hablaba al principio de la sensación placentera que es estar sereno. Y es que, después de tanto tiempo metido dentro de una botella como un genio desencantado, dentro de una papelina como un boquerón con su harina y todo listo para ser frito, la serenidad me envuelve en un estado que me está gustando más que el que experimentaba en mis días de consumo y hace que aquél no lo desee, que sea esto lo que deseo sentir mejor que estar embriagado o resacoso.

 

Sé que hay escepticismo con los alcohólicos que, como yo, llevamos poco tiempo en tratamiento, y lo entiendo hasta el punto de ser yo el primero en desconfiar de mí. Aun así escribo esto que siento al día de hoy cumplidos poco más de dos meses sin beber, ni tomar cocaína: sereno.

 

Y la verdad, "esto es color", lo dice una persona que lleva bebiendo y drogándose desde los 16 años, y en los últimos 20 de mis 43 nunca he estado tanto tiempo sereno.

 

Gracias, Rafa, por inventar AEE, llegué llorando y pidiendo auxilio y heme aquí escribiendo esto que jamás pensé escribiría.

 

Hoy por hoy tengo cosas que arreglar dentro de mí, casi todas rotas por el alcohol, pero sé que por este camino todo lo malo vivido será un vago recuerdo que sólo usaré para saber lo que no quiero volver a vivir.

 

Un cordial saludo de un alcohólico en recuperación.

 

FUENTE:      Alcoholofilia

http://www.alcoholofilia.org/testimonios.htm


Publicado por Fisac 9:06 AM / 0 Comentarios Ver nota completaEnviar nota a un Amigo
Comentarios:
Comparte con nosotros tus inquietudes Email

 
 




Siguenos a través de:

Calendario de
Artículos Publicados




 
 
Av. Ejército Nacional No. 579, 6º Piso, Col. Granada, Delegación Miguel Hidalgo, C.P. 11520, México, D. F.
Teléfonos: 5545-6388, 5545-7027, 5545-7216 y 5545-9981

Aviso Legal   |   Legal Disclaimer
 
  Derechos reservados © 2006 Fundación de Investigaciones Sociales, A.C.