ESPAÑA

José Ángel se define como una persona "feliz". Le ha costado conseguirlo 26 años sin probar el alcohol. Contra lo que pensó en un primer momento, ha aprendido a "vivir sin beber". Cuando llegó a Alcohólicos Anónimos su vida no era precisamente armónica, ni, por supuesto, feliz. Física y psicológicamente había llegado al límite. "Yo pensaba que nadie me iba a entender", asegura, pero allí encontró a gente como él que había ‘ahogado' su vida y su salud en la bebida, pero que lo habían superado. "Me sentí muy identificado", añade. Desde entonces sigue acudiendo a las reuniones semanales de Alcohólicos Anónimos, una entidad que cumple hoy el 75º aniversario de su creación en todo el mundo.

En Soria, gracias a esta entidad, en la que garantizar el anonimato y la ayuda mutua es la única condición para formar parte de ella, alrededor de 15 personas han vuelto a tomar el rumbo de su vida y a aprender a vivir. El grupo se creó hace ya cuatro años, pero tras diversos altibajos y circunstancias, volvió a retomarse con fuerza hace año y medio.

Los salones parroquiales de la iglesia de La Mayor, en el Arco del Cuerno de la capital soriana, acogen las reuniones semanales de Alcohólicos Anónimos. Los martes el grupo se reúne a partir de las 21.00 horas y los sábados a las 20.30 horas. Este último suele ser el más concurrido. En él participan personas de distintas localidades de la provincia y miembros de otros grupos de Alcohólicos Anónimos como Logroño o Calatayud. El objetivo es ayudar y apoyar al grupo de sorianos añade Ismael.

La entidad no tiene ningún tipo de relación con afiliaciones políticas, sociales o religiosas, es simplemente un grupo de gente que ha pasado por la experiencia del alcoholismo y que se sufraga íntegramente con fondos propios. El único requisito que se exige a los asistentes a estas reuniones es su deseo de dejar la bebida. El objetivo es "mantenernos sobrios", añade José Ángel.

El deseo de beber, el temor a una recaída, las dudas o problemas pueden surgir en cualquier momento, de ahí que el grupo está operativo las 24 horas del día. "A nosotros nos llama un compañero a la 1.00 de la madrugada y nos desplazamos. Uno no es alcohólico el martes o el sábado. Hay una red de apoyo continuo", indica Ismael.

Todo ello da sus frutos y, a día de hoy, el grupo se siente especialmente contento de que "la gente se esté recuperando", señala.

La media de edad de las personas que forman parte de estas reuniones es de "cuarenta y pocos años". Y es que, apunta, "la mayoría de los alcohólicos mueren en la treintena, en accidentes de tráfico, por ejemplo", añade. En este sentido, José Ángel sí que observa que cada vez asiste gente "más joven". La mecánica de las reuniones es muy sencilla. "Contamos cómo éramos antes, qué hicimos para recuperarnos y cómo vivimos sin alcohol", comenta Ismael.

Lo más reconfortante, añade, en este tipo de grupos es la identificación y la empatía que se establece entre los diferentes miembros de la terapia. No cuentan con ayuda de profesionales en psicología: la experiencia y el apoyo mutuo es la base de esta terapia de grupo.

No obstante, suelen contar con el asesoramiento de otros miembros de grupos de Alcohólicos Anónimos con mayor trayectoria. No importa cuánto tiempo hace que se dejó de beber. Los hay que se han incorporado recientemente y otros que llevan muchos años. "Hay compañeros que tras 40 ó 45 años siguen asistiendo a las reuniones", añade José Ángel.

De momento, dice Ismael el grupo de Alcohólicos Anónimos aún no es excesivamente conocido. En caso de que el grupo aumentase y excediera de las 30 ó 40 personas, se crearía un segundo grupo.

Incluso, si la iniciativa parte de los propios participantes, se podría llegar a crear pequeños grupos en otras localidades de la provincia.

Alcohólicos Anónimos está presente en más de 250 países en todo el mundo. En total, funcionan alrededor de 550 grupos. En la Comunidad Autónoma de Castilla y León existen 12 grupos distintos.

FUENTE:      El Heraldo de Soria

http://www.heraldodesoria.es