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Publicado por daniel 29/10/2010 23:57 / 0 Comentarios Ver nota completaEnviar nota a un Amigo

Carta a una Mujer Alcohólica

 Si yo viviera frente a tu casa y observara tu valiente y desesperada lucha contra tu enfermedad y te hablara algunas veces cuando no pudieras evitar tropezarte conmigo, no me atrevería a decirte lo que quiero decirte ahora. No me lo permitirías porque tendrías miedo de mí. Pensarías que yo formaba parte de la conspiración universal en contra tuya y te ofenderías conmigo por sospechar tu secreta agonía.

 

Si nos miráramos cara a cara, yo no podría encontrar un modo de hacerte saber cuánto me agradas. No podría decirte que no encuentro en ti nada que despreciar o ridiculizar o que sermonear, porque tú no me dejarías hablarte acerca de tu fatal enfermedad. Ambas fingiríamos que no existe.

 

Por lo tanto, tengo que escribirte. Te estoy escribiendo una carta que pondré en un lugar seguro donde tú la encontrarás y podrás esconderla de tu familia para leerla más tarde.

 

Tú y yo empezamos por tener algo en común: Ambas sabemos que tú, secretamente, estas muerta de preocupación debido a tu forma de beber.

 

Tú puedes tener cualquier edad - una estudiante, una madre joven, una profesional admirada, la esposa del hombre más importante de la comunidad, una abuela de aspecto serio. Puedes ser una extrovertida y el alma de la fiesta o una persona temerosa, con complejo de inferioridad que tiene que sacar el coraje de la botella antes de intentar hacer cualquier cosa, por simple que sea para otra gente.

 

Puede que hayas estado bebiendo durante meses o años. Te sentirías horrorizada y lo negarías acaloradamente si alguien te llamara alcohólica, pero secretamente te estás preguntando si no lo eres. Contestaré a esto inmediatamente diciendo que si no puedes controlar tu forma de beber, si bebes más de lo que te gustaría admitir, es probable que seas una alcohólica. Al decir esta palabra, me refiero a una persona afligida por una enfermedad. Esta empeora progresivamente, reduciendo constantemente nuestro mundo hasta que el único deseo y la única realidad es el alcohol.

 

Por ser una mujer, tus hábitos de beber son probablemente muy secretos, puesto que has hecho todo lo posible para ocultarlo de todos, incluso de tí misma. Y puede que hayas logrado hacerlo. Quizás nadie sepa, todavía, que hayas tomado un trago. Porque no te atreves a beber un solo cóctel en público, sabiendo que el primer trago es el tropezón en lo alto de una larga cuesta abajo en la que inevitablemente te caerás. Puede que seas una <<bebedora de dormitorio>> y yo podría haberte seguido en este momento a tu cuarto, donde estás intentando encontrar la botella escondida bajo tu lencería o en una inocente caja de sombreros en el último estante. Puede que tu familia aún no sospeche nada de tus frecuentes <<dolores de cabeza>>.

 

POR OTRA parte, puede que seas una de esas sombras que viven sus vidas en la penumbra de los bares. Puede que seas la vergüenza del barrio o el escindalo del pueblo. Puede que tu familia haya dejado de encubrirte y ni siquiera tus propios hijos traten de buscar excusas para justificarte. O puede que incluso bayas perdido tu familia debido a tu impotencia para controlar tu forma de beber.

 

     Pero cualquiera que sea la etapa en la que te encuentras en este momento, todavía hay esperanzas para ti aquí. Y no se debe culparte ni avergonzarte. No te mereces los sermones ni las agraviadas acusaciones que todo el mundo ha vertido en ti: <<Si nos amaras, dejarías de beber>>; <<No piensas en nadie mis que en ti misma>>; <<Debería darte vergüenza, con toda la educación y posibilidades que has tenido>>. Tú no eres un monstruo egoísta e inmoral. Todo lo contrario. Eres una mujer que está desesperadamente enferma.

 

Después de comprender esto, el siguiente hecho que tienes que aceptar es que estas libre de toda culpa. Cuando admitas que eres una alcohólica, ya no mereces ser culpada y castigada (aparte del castigo inhumano que te has infligido a ti misma). Únicamente debes reconocer que estás enferma. Tu enfermedad es peligrosa y puede destruir todo lo que la rodea; si no se detiene a tiempo, puede destruir el cerebro y el cuerpo de su víctima. Pero no es tu <<culpa>> como no lo sería si tuvieses fiebre del heno o diabetes. Si eres alcohólica, el alcohol es un veneno para ti.

 

No estás sola en la indescriptible tortura que es el alcoholismo. Hay miles de mujeres como tú en las etapas iniciales o finales de desintegración. De los 65 millones de personas en nuestro país que hacen uso del alcohol para beber, más de cuatro millones son bebedores problema. Aproximadamente 650,000 son mujeres. Es difícil contarlas con exactitud porque las mujeres, especialmente las amas de casa, pueden ocultar su condición de alcohólicas mejor que los hombres. Pueden ocultarla, al menos por un tiempo. Pero la mujer alcohólica sufre más intensamente que el hombre; su sicología y su constitución son más complejas y sensibles. Puede tolerar menos su propio desprecio de sí misma, y siente mucho más profundamente el estigma social que una ignorante sociedad todavía pone en el alcoholismo. Estoy segura de que no tengo que decirte esto. Desearía de todo corazón que todo esto no fuese sino una mera interesante teoría para ti, pero sí que no lo es.

 

El falso valor con el que se visten los hombres alcohólicos no llega a las mujeres como tú hasta que casi han matado su verdadera personalidad dentro de su cuerpo enfermo. He oído decir a muchas mujeres alcohólicas: <<Estaba completamente muerta por dentro. Nada podía llegarme y ayudarme>>.

 

Para la mayoría de las mujeres es difícil admitir, incluso ante ellas mismas, que son alcohólicas. Sin embargo, esta admisión es el primer paso hacia la sobriedad y la cordura. Si todavía no has dado ese primer paso, déjame ayudarte a darlo hoy. Pues si puedes admitir que tu pánico interior y tu devastación son síntomas del alcoholismo, estás preparada para recibir ayuda.

 

Mi propósito al escribirte esta carta, es decirte que a pesar de tu desesperada enfermedad, puedes <<reincorporarte a la raza humana>> y vivir una vida razonablemente normal. De hecho, encontraras que esta vida es mucho más feliz que la de la mayoría de la gente. No podrás volver a la antigua vida que soportaste antes que el alcoholismo te derrotara. Esa vida no era lo suficientemente buena para ti, intentaste escapar de tu frustración y desesperación por medio de la bebida. La vida de la que te voy a hablar, está al otro lado de una gran experiencia, y tú puedes encontrarla y ser exactamente lo que Dios tenía en mente cuando te creó.

 

Te voy a contar acerca de Alcohólicos Anónimos. Ha conseguido detener la forma de beber de más de la tercera parte de los aproximadamente dos millones de miembros, son mujeres. De hombres y mujeres desesperados y derrotados, rehaciendo sus vidas. Si tienes la suficiente humildad y deseo de ser ayudada, no sólo hará que tu copa de hoy sea la última, sino que te dará una nueva forma de vida, indescriptiblemente buena y beneficiosa para todo aquél que la llega a conocer.

 

El público en general tiene poco conocimiento de la manera en que funciona AA y de hecho nadie puede explicarlo de una forma intelectual. Pero existe evidencia abrumadora de que funciona. Después de admitirte a ti misma que eres impotente ante el alcohol, si sinceramente deseas ayuda, pones tu vida en manos de un poder superior a ti misma. En un plano superficial esto significaría muy poco, pero en el profundo plano emocional en que ocurre esta entrega (y con todos tus sufrimientos respaldando tu ruego), la fuerza más grande que un ser humano puede experimentar es liberada. La presencia de este poder es más fuerte que el alcohol, que hasta el momento había sido la necesidad primordial, por encima del amor de la familia el respeto propio y el mismo instinto de conservación. A los AA no les resulta fácil explicar esta tremenda experiencia. Pero no hay necesidad de explicaría; sus resultados están por encima de cualquier duda. Nadie sabe cómo funciona pero el hecho es que funciona.

 

Vamos a hablar un minuto acerca de ti misma. En primer lugar, ¿cómo te convertiste en alcohólica? Con toda seguridad no simplemente por maldad u obstinación. La ciencia médica y la psiquiatría han establecido el hecho de que mucha gente bebe en exceso debido a causas emocionales. He conocido a dos mujeres que se convirtieron en alcohólicas porque perdieron a sus hijos, y muchas porque sus maridos les fallaron. La mayoría de los alcohólicos son perfeccionistas e idealistas. Esperan realizar maravillas en sus vidas y cuando no pueden vivir de acuerdo con sus ideales, les resulta imposible soportar la desilusión que sienten de sí mismos.

 

A pesar de lo que la mayoría de la gente cree, los alcohólicos tienen conciencias muy sensibles. Se preocupan tan profundamente acerca de todas las cosas que no pueden soportar la tensión de esta preocupación. Cuando una conciencia irresistible se junta con una inamovible incapacidad para soportar las agonías de las preocupaciones, se crea una invitación abierta a beber con exceso.

 

Los conflictos emocionales de los supersensibles individuos que son los alcohólicos, se hacen tan insoportables que el escape, equivalente a una total destrucción, es la solución buscada. En algunos alcohólicos, un sentimiento de inferioridad nacido en la niñez provoca un mecanismo de compensación que crea un insaciable deseo de alabanza y éxito y nunca se satisfacen con lo que obtienen. En las mujeres, el ego inflado demanda adulación, indulgencia y, en algunos casos, romances continuos. Desilusionada por su exigencia exagerada de perfección, la mujer frustrada a veces cree en las soñadoras promesas del alcohol, el despiadado embustero.

 

Cuando estas tensiones emocionales existen además de una alegría física, la ruina alcohólica es inevitable. La gente bebe porque no es feliz; no es feliz porque bebe, y la espiral viciosa sigue girando hasta que uno no puede distinguir entre la causa y el efecto.

 

El camino de la liberación de esta insondable tortura debe incluir tratamiento para la obsesión emocional y la enfermedad física. La psiquiatría y la medicina han trabajado juntas en miles de casos y en algunos han tenido éxito. Pero los éxitos permanentes que han logrado han sido desalentadoramente pocos. Se conoce al alcohólico como <<la angustia de la profesión médica>> porque muy a menudo el médico sabe que este cuerpo derrotado y suicida que está tratando de curar, regresara a él dentro de unos meses en las mismas o peores condiciones.

 

Los resultados positivos de Alcohólicos Anónimos son, por otra parte, inexplicablemente numerosos. En algunos casos es increíblemente simple. Cuando se han agotado sus propios recursos, piden la ayuda de AA y desde ese día en adelante no vuelven a tomar otra copa. En otros casos entran y salen del programa durante meses. Conozco a una mujer joven que lo intentó durante tres años. Incluso algunos de los AA que trataban de ayudarla habían perdido la fe en sus posibilidades. Pero ella, obstinadamente, creía que finalmente podría dejar de beber. Una noche de la semana pasada asistí a la fiesta de su tercer <<aniversario>> y la vi apagar las velas de su tarta de cumpleaños.

 

No parecía la misma persona que tan desesperadamente había luchado durante tantos indecisos años. Cuando oyó por primera vez de AA había estado bebiendo durante ocho años, desde que tenía diecinueve. Finalmente, su familia le había dado por pérdida porque se había hundido cada vez más bajo hasta encontrarse fuera de su alcance. A sus 27 años representaba cuarenta - gruesa, desaliñada y sensiblera. Era casi imposible mirar a la alta, esbelta mujer en su elegante vestido blanco apagando las tres velitas y relacionarla con <<aquella>> gorda desastrada que tomó su última copa hacía tres años. Recientemente se ha casado con un excelente hombre que la entiende perfectamente y la admira con toda justicia. Dicen hacer conseguido el premio mayor de la lotería matrimonial y debo decir que así parece.

 

Uno de los milagros de AA es que transforma los cuerpos tanto como las emociones y las mentes. La verdadera sustancia de pelo y carne parece renovarse. Mujeres, cuyos cuerpos habían sido degradados por el descuido y el abuso, valoran ahora su apariencia, porque, como me dijo una de ellas: <<Parece que Dios hubiera pintado un nuevo retrato de mí misma>>

 

No eran meras ilusiones cuando te dije que podrías encontrar más que la felicidad mediana en las vidas de los miembros de AA. De todos los grupos en el mundo, aquéllos que se han rescatado a sí mismos de los horrorosos abismos del alcoholismo son los más felices que jamás pude conocer. No son indiferentes ni se encuentran aburridos ahora; toda la vida ha cobrado nueva importancia para ellos. ¿No te parece increíble que tú puedas ser tan plenamente feliz sin nada que tomar? Vas a aprender nuevos significados de la palabra <<felicidad>>.

 

FUENTE:      Anonymousone

http://www.anonymousone.com/story68.htm


Publicado por Fisac 9:06 AM / 0 Comentarios Ver nota completaEnviar nota a un Amigo
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