El alcoholismo es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolable de bebidas alcohólicas.

Y esta adicción no sólo interfiere en la salud física, sino también en la mental, social y familiar, en las responsabilidades laborales, generando estrés, decepciones, amistades negativas, soledad, baja autoestima a quien la padece.

Este martes 28 de diciembre en nuestra entrevista de fondo compartimos el testimonio de María Rodríguez; ella es ama de casa, esposa y madre... Pero, por las razones que nos explicará, encontró en el alcohol la respuesta falsa a sus problemas...

Luego de muchos años de enfrentar el dolor y la frustración de no poder dejar el alcohol hizo un alto y ahora doña María lucha a diario para que la enfermedad,(porque es una enfermedad) no le gane de nuevo el maravilloso tiempo de su vida.

Adriana Durán: ¿Cuándo descubrió que era alcohólica?

María Rodríguez: Eso se descubre poco a poco, porque uno se engaña al creer y decir que uno no tiene el nivel de dependencia de otros alcohólicos, porque según "uno es un tomador social", pero lo descubre cuando empiezan los problemas, por el cambio de carácter, y cuando se da cuenta que sólo el licor es la alternativa para todo lo que gira a su alrededor.

Es muy difícil que la mujer acepte que es alcohólica porque es vergonzoso y el ejemplo de una mujer dedicada al hogar es que haga todo bien, cocine, cuide a sus hijos, esposo etc.

AD: ¿Lo reconoció en primera instancia que era alcohólica o pasó mucho tiempo en darse cuenta?

María Rodríguez: Uno empieza solo a tomar los sábado, después los viernes y sábados, y así se inicia a agregar días hasta que no puede dejar de tener su trago de licor todos los días.

"Empecé desde muy joven, en las fiestas del colegio, uno lo ve todo color rosa y no se imagina que va rumbo para el alcoholismo..., algunos amigos lo dejaron pero otros han muerto de cirrosis"

Al principio uno lo ve como algo muy vacilón y busca cualquier ocasión para tomar alcohol, pero esa experiencias se van acumulando, días tras días.

AD:¿Qué generaba el alcohol en usted, qué obtenía al tomar?

María Rodríguez: Es una manera de defenderse haciendo lo que uno quiere sin importarle el resto de su familia, amigos, nada le importa.

AD: Usted es esposa y madre ¿cómo vivían sus borracheras su esposo e hijos, cuánto le afectó con ellos?

María Rodríguez: El alcoholismo lo destruye a uno y a la familia, ellos sufren mucho aunque muchas veces no le dicen nada.

Mi hijo me tenía miedo, y no había confianza en mi, porque uno se vuelve malcriada, soberbia y no escucha a nadie.

AD: ¿La familia cómo puede ayudar?

María Rodríguez: Aunque los problemas en el hogar siempre van existir se hace más grande con un miembro alcohólico.

Al alcohólico no se le puede chinear mucho pero tampoco despreciar.

Aunque una es la que causa el problema en la familia, ellos siempre quieren ayudarla con la toda la paciencia, a mi me hablaban para que estuviera feliz para que no me deprimiera. Porque al principio uno cree que nadie lo quiere que hay envidia, que todo es negativo.

He visto el caso de muchos maridos que se avergüenzan y prefieren ver a su esposa en la casa borracha para que nadie se entere y eso no debe de ser así, hay que buscar ayuda.

AD: ¿Qué la hizo cambiar, o frenar esa adicción?

María Rodríguez: Para mi tocar fondo fue el momento cuando seriamente me senté y me dije yo soy una mujer ama de casa alcohólica y tengo dos caminos: morir hecha una desgracia por el alcohol, o vivir sanamente.

AD: ¿De qué se puede aferrar la gente para hacer el cambio?

María Rodríguez: En mi caso yo me aferré en Dios y para muchos así también es, pero como el alcohol afecta física, mental y espiritualmente uno tiene que disciplinarse.

Hay que pedirle a Dios valor y fuerzas para no volverlo a hacer.

Por ejemplo se pueden comparar los días feos en que uno amanece de "goma", sucia con el pelo feo, llena de tristeza o amargura; con los días en que no se bebe y son más bellos porque hay felicidad, se puede disfrutar con los hijos y muchas cosas bonitas.

AD: ¿Es cierto que hay que tocar fondo para poder dejarlo?

María Rodríguez: Para algunos tocar fondo es esperar a amanecer en un caño tirada, perder la familia, o que se le muera algún ser querido. Pero hay muchos que siguen a pesar de estas situaciones.

Eso depende de la actitud de cada persona.

AD: Después de dejarlo ¿hubo recaídas?

María Rodríguez: Sí, y aquí en Costa Rica es peor porque todo es licor y fiesta.

Uno tiene que aprender que no debe ni tiene que tomarlo y como dicen "amarrarse bien las enaguas". Tampoco hay que permitirse sentirse mal, que somos un fracaso y no dejar que nadie nos humille ni desprecie.

Más bien no hay que dejarse vencer y pensar: yo soy fuerte, una mujer inteligente y lo voy a poder hacer.

AD:¿Cómo una mujer que es alcohólica puede empezar a buscar ayuda?

María Rodríguez: Una no empieza sola, los amigos tienen mucho que ver y son por lo general los que lo meten a uno en ese falso mundo.

Cuando uno acepta que es alcohólico, debe de buscar ayuda, puede ser con la familia, motivadores, consejeros, y centros de apoyo para cambiar la vida.

Y además cuando uno habla, acepta su estado y está dispuesto a cambiar y busca ayuda se siente liberado.

"Es un desperdicio ser alcohólica uno no aprovecha la vida"

AD:¿Cuál era su interés de compartir su testimonio con nosotros?

María Rodríguez: Este mensaje es principalmente para las mujeres amas de casa porque yo les quiero decir que sí se puede, yo me siento tan feliz que quisiera que muchas de ellas que temen buscar ayuda lo hagan para compartir la felicidad y lo logren.

"Soy feliz, me siento joven, es cuestión de voluntad y no darle gusto al alcohol o a sus vicios para salir adelante".

AD: Esperamos que con este testimonio, si usted es alcohólica (o) o tiene familiares, puedan encontrar una salida al alcoholismo, identifique el problema y lo más importante... le ayude a decidir salir de este vicio.

No es necesariamente decir "voy a dejar de tomar", sino que desde hoy cambie su mentalidad y no lo posterguen para el próximo fin de semana, o como propósito de año nuevo, sino ahora mismo.

Recuerde que en nuestro país hay muchos grupos de apoyo y entidades que atienden los problemas de alcoholismo. Por ejemplo los grupos de Alcohólicos Anónimos, también pueden acercarse al Instituto de Alcoholismo y Fármaco Dependencia, IAFA y en los mismos hospitales y clínicas públicos y centros privados de rehabilitación para el alcohólico.