Para algunas personas esto sin duda sería una cosa terrible. El alcoholismo causa muchos problemas, muchos... la violencia, la desconfianza, la humillación, incluso la muerte. Yo no deseo de ninguna manera minimizar el impacto terrible de esta enfermedad tiene en la gente. Sin embargo, voy a decir esto: para mí, no era más que una buena cosa.

Mi padre es un alcohólico. Un alcohólico recuperado. Esto no quiere decir que se puede beber, no puede de nuevo. Sigue siendo un alcohólico. Pero él se ha recuperado de la obsesión de beber a través de su Poder Superior, a través del programa de Alcohólicos Anónimos y a través de la comunión de la gente absolutamente maravillosa que también han recuperado de su alcoholismo.

Nunca vi a mi papá borracho. Bueno, tal vez lo hice cuando era un bebé pequeño, pero no tengo ningún recuerdo de él. Ha estado sobrio desde hace más de 22 años. Entró en el programa de AA poco después de que yo naciera. Soy su única hija. Me dijo que era mi nacimiento que le dio el choque psíquico que admitir su enfermedad y buscar ayuda - no por mí, para los suyos, para que pudiera ser la clase de padre y el hombre que siempre quiso ser.

Era sobrio, al principio de su recuperación, pero sobrio, cuando mi madre tuvo su diagnóstico de cáncer. Él estaba allí para ella y para mí cuando murió. Yo sé que él ha llamado la comodidad de eso.

Él es muy serio en su programa de recuperación. Crecí asistiendo a las reuniones de AA con él. He aprendido a sentarme en el fondo de la sala con mis libros y gafas; de beber leche y comer las galletas que estaban allí, mientras que el en AA ha hablado. Tuve tantas tías sustitutas tantos y tíos, gente buena, en serio la reconstrucción de sus vidas, que siempre sentí cálidamente amada y apoyada cuando yo estaba con ellos.

Con mi padre en recuperación en el programa de AA me crié en una casa que era nuestra, que fue siempre cálida en invierno y fresca en verano. Fue siempre limpia y ordenada. Siempre había un desayuno caliente para mí y una cena completa. Mi padre hizo tiempo para mí. Leyó a mí, me hablaba, me escuchó.

Yo crecí con la filosofía del movimiento de 12 pasos que me enseñó. Eran lecciones valiosas... cosas como, hagas lo que hagas, nunca te mientas a ti mismo. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No juzgar a los demás. Cuando se comete un error, lo antes posible admitirlo y arreglar las cosas. Siempre ser autosuficientes. Recuerda que hay un Poder Superior - y no es usted. Hacer las cosas fáciles. Lo primero es lo primero. Recuerdo siempre que veo a alguien menos afortunado que yo, que no me voy, a excepción de la gracia de de la Fe. Tomar las cosas un día a la vez. Y muchos otros consejos.

Tuve un papá al que le importaba, que me enseñó que todas las personas eran iguales, que todos los problemas inherentes a la autoestima, que todos puedan recuperarse de sus problemas si tuvieran la oportunidad. Tuve un papá que me podía creer.

Mi padre es un alcohólico... y me siento muy afortunada.

FUENTE:      Experience Project

http://www.experienceproject.com/l