Casi destruí mi vida
Cuando me inicié en el consumo de bebidas alcohólicas fue producto de una mezcla de varias circunstancias; imitación, influencia de los amigos y por experimentar una sensación nueva. Con mis amigos empezamos tomando soda con alcohol, porque no alcanzaba el dinero para comprar cerveza o ron, pero nunca me imaginé que me convertiría en un adicto al alcohol. Por el contrario con mis amigos nos hacíamos la burla de los adultos que estaban borrachos y tirados en el piso. Sin embargo, cuando me dí cuenta estaba gastándome la plata, que me daban mis padres para los gastos del colegio y para comprarme ropa, en bebida. Además, ya no consumía alcohol sólo los fines de semana, sino también a media semana, incluso me faltaba al colegio para reunirme con mis amigos y beber. Fue entonces que mis padres se dieron cuenta y me insistieron que busque ayuda, porque estaba destruyendo mi vida. Así llegué a alcohólicos Anónimos. Ahora, cada día que pasa es un desafío para mantenerme sobrio. Recomendaciones - Mientras más fortalecidos se encuentren los lazos familiares y la autoestima del adolescente mayor posibilidad tendrá de poner resistencia a la presión de grupo.
- Construir un proyecto de vida con sentido, es decir tener una motivación para esforzarse y crecer. Que las preguntas: por qué, para qué y por quiénes vivo obtengan respuesta.
- Construir una identidad sólida, esto es lo que hace ser diferente a un joven de otro y no dejarse arrastrar por el grupo; aunque en la adolescencia se está construyendo la identidad.
- Un mundo con valores, muchas veces los padres de familia, en el afán de prevenir el consumo de alcohol, evitan decir que es malo; sin embargo, es en esta edad donde se debe hablar claro y decir que es dañino, porque la persona puede caer en la adicción, y eso destruye la vida.
- No perder la autoridad de padres, tratando de evitar las posiciones extremas de demasiada permisividad o demasiada rigidez.
FUENTE: El Deber http://www.eldeber.com.bo
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