MEXICO

Salud y seguridad son en un sentido amplio derechos humanos, las medidas que tengan como propósito aumentar su disfrute y ejercicio se tienen que implementar en nuestra ciudad.

La frecuencia de los accidentes causados por conductores con niveles elevados de alcohol en la sangre es alta; en Cuernavaca como en otras ciudades causan pérdida de vidas, lesiones y daños materiales; los datos estadísticos señalan que existen en estos accidentes personas afectadas sin haber consumido bebidas alcohólicas, son de alguna forma víctimas. La falta de reportes crea como en otros delitos una distorsión en su estadística.

La generación de un programa para reducir el número de conductores que manejan bajo la influencia del alcohol es una respuesta a esa problemática, el alcoholímetro es una herramienta para lograr el objetivo de cumplir con los derechos humanos de salud y seguridad.

Su aplicación requiere de un respaldo social amplio, sus características necesitan ser producto de la participación de amplios grupos sociales que con legítimos intereses reconozcan el problema que representa la mezcla de volante y alcohol.

El alcoholímetro, es ante todo un programa de prevención, la pena que en su momento se aplique debe tener un sustento social de amplitud e intensidad suficiente para no ser cuestionado, lograda su legitimidad regularla por la norma será fácil.

Cuantificar el precio de las vidas que salva este programa y restringirlo por monetarizar sus efectos, es un error, no hay dinero que pague una vida. La ira de ser sancionado, la pretensión de corrupción son efectos menores a las lesiones que los accidentes producidos por conducir alcoholizado producen.

Los efectos económicos de su aplicación deben ser tomados en cuenta, no existe hoy una estadística que señale la disminución de la cuenta por comensal y el alcoholímetro, o el número de clientes en lugares con venta de bebidas alcohólicas,

La aspiración de a ser una ciudad turística no se puede basar en la venta y el consumo de alcohol como elemento central del atractivo turístico y de esparcimiento de Cuernavaca

Dos ejemplos cercanos, Jiutepec y el Distrito Federal (DF). Jiutepec está en su segundo intento de aplicación, el DF lleva varios años aplicándolo.

En una muestra de espíritu de colaboración y responsabilidad política, el área de prevención del delito de la secretaría de seguridad del DF, ha transmitido a la comisión especial del alcoholímetro del ayuntamiento de Cuernavaca experiencias y recomendaciones.

La implantación y aplicación del programa de prevención para evitar que se conduzca bajo el influjo del alcohol, puede iniciar con foros públicos de discusión sobre las características que deba tener, pasar a una segunda etapa, que establezca de forma puntual, la pena que sancione la conducta y señale mecanismos que prevean la corrupción que se pudiera generar por su aplicación.