ESPAÑA

En viajes largos es muy frecuente que descuidemos medidas de seguridad como son el ir bien situados en los asientos, algo que puede ser fatal en caso de accidente. El RACC ha realizado un estudio para ver los daños que pueden causar este tipo de imprudencias.

¿En alguna ocasión se te ha ocurrido poner los pies en el salpicadero? ¿Tu hijo duerme apoyando la cabeza sobre el cristal?

El Real Automóvil Club de Cataluña ha realizado un estudio sobre el peligro que supone ir mal sentado en un vehículo.

Un coche es un aparato que va en movimiento y montarse en él siempre entraña un cierto riesgo. Por este motivo, cuando nos sentamos en sus asientos, debemos hacerlo siempre de una forma correcta y no como si estuviéramos en el sofá de nuestra casa en el que buscamos la postura que nos resulte más cómoda en cada momento.

Ir mal sentado puede ser fatal

En muchas ocasiones colocarnos mal en el asiento o con los pies sobre el salpicadero hace que, en caso de accidente, las consecuencias del mismo se agraven mucho más.

Por todo esto, el RACC en colaboración con el Automóvil Club Alemán (ADAC) ha analizado las posibles consecuencias de un impacto frontal del vehículo cuando los ocupantes vayan sentados de forma incorrecta.

Este tipo de hábitos se suelen producir más en épocas de verano debido a que los viajes que se realizan suelen ser más largos y el calor, que aprieta más, hace incómodo el pasar varias horas en la misma postura sobre el asiento y se tiende a buscar posturas más cómodas que, además, nos alivien un poco de las consecuencias de las altas temperaturas.

Este estudio se ha elaborado estimando los daños que se producirían en un conductor que estuviera circulando sin cinturón, en un acompañante que fuera con los pies sobre el salpicadero, en un niño de corta edad con el cinturón de su asiento mal abrochado y en un segundo niño algo más mayor que fuera con la cabeza apoyada sobre la ventanilla.

La prueba consiste en hacer colisionar frontalmente un turismo a 65 kilómetros por hora contra una barrera deformable y posteriormente observar los daños en el habitáculo del coche y en los ocupantes.

Primero se ha realizado un primer impacto con todos estos ocupantes incorrectamente situados y después un segundo impacto con los ocupantes situados en una posición correcta.

Graves daños al situarnos mal

En el caso del conductor sin cinturón de seguridad se refleja que el airbag por sí solo no resulta suficiente para evitarle graves daños al conductor. El riesgo de lesiones en la cabeza pasa de bajo en caso de llevar cinturón a medio sin él. Para el tórax y caderas pasa de bajo a muy alto. Además, la cabeza, con el impacto tiende a ir hacia delante hasta impactar con el parabrisas.

El acompañante que va sentado con las piernas sobre el salpicadero también puede sufrir lesiones gravísimas en caso de accidente. El tórax registra un aumento notable del riesgo de medio a muy alto, y ese aumento también se hace notar en las extremidades inferiores.

Además, al estar sentado de esta forma, las piernas obstruyen la apertura del airbag y, de esta forma, pierde gran parte de su eficiencia y genera lesiones de mayor gravedad en las extremidades inferiores, así como en la columna vertebral.

Atentos a los niños

En el caso del niño que se encuentra en un dispositivo de retención sin ajustar bien, si se produjera una colisión aparece el riesgo de salir despedido, algo que no ocurriría nunca si fuera bien ajustado. Las consecuencias para el niño en caso de que ocurriera algo así son fatales con un latigazo cervical muy violento para niños de esta edad.

En el último caso, se ha tenido en cuenta la posibilidad de que el niño vaya durmiendo apoyando su cabeza contra el cristal de la puerta trasera. Al colisionar, aunque el cinturón frena la posibilidad de que salga despedido, las fuerzas sufridas en la cabeza aumentan sustancialmente, pudiendo provocar lesiones cervicales graves, o golpes fuertes en la cabeza contra las propias rodillas. También se registra una fuerza de más del doble en la zona del tórax, superando por un amplio margen los límites biomecánicos de supervivencia.

Por todo esto, cuando viajamos en el coche debemos tener en cuenta que supone siempre un riesgo y, por ello, no debemos relajarnos en el mantenimiento de las medidas de seguridad.

Por otra parte, cuando nos encontremos incómodos, debemos parar para estirar las piernas, airearnos y descansar antes de volver a retomar el viaje.

Así que, recuerda: ponte siempre el cinturón de seguridad en todas las plazas del coche, asegúrate de que el cinturón esté bien enganchado a las sillas de retención de los niños, acuérdate de adoptar una postura segura en el asiento y no subas los pies sobre el salpicadero; y, por último, vigila las posturas que llevan los niños mientras circulamos con el vehículo.

FUENTE:      Supermotor/Revista/Seguridad vial