Hay algunos movimientos que podríamos considerar lógico dentro de la lucha contra la combinación de alcohol y volante que desgraciadamente la Administración no lleva a cabo por diferentes razones. En algún caso estamos hablando de la no disponibilidad de recursos imprescindibles como el personal o el presupuesto y en otros casos podríamos estar hablando del posible choque de la actuación con ciertos derechos del conductor.

En cualquier caso, muchas veces nos hemos imaginado que en la salida de una típica zona de ambiente nocturno un control de alcoholemia retiraría temporalmente a la circulación a peligrosos conductores con un verdadero potencial de riesgo de accidente. O incluso simplemente el aumento de la presencial de la guardia civil incentivaría a numerosos conductores a cumplir con la normativa.

La reciente noticia de que Francia pretende instalar alcoholímetros en los locales nocturnos donde se despachan bebidas alcohólicas parece una de esas medidas de "el coste para otro". No deja de merecer por ello un pequeño aplauso pero resulta a todas luces insuficiente para acabar con el problema de la alcoholemia al volante. Concretamente, la iniciativa del Gobierno francés pretende, a través de un decreto, obligar a las discotecas y locales nocturnos de venta de alcohol a que se equipen con alcoholímetros que serán usados, voluntariamente, por todo el que lo desee.

Los problemas de esta medida son fácilmente visibles. Por una parte, la voluntariedad disminuirá ampliamente la eficiencia de este "control" y no es posible obligar a realizar un control de cantidad de alcohol en aire respirado o en sangre si el usuario no se encuentra al volante o tras haberlo estado. El otro escollo a salvar es el amplio sobrecoste que tendría para estos locales la adquisición de estos aparatos, cuyo precio oscilaría entre los 2.500 y los 3.000 €, generando una gran preocupación en el respectivo sector.

Al margen de que el éxito de esta medida está por ver, las asociaciones de víctimas de tráfico nacionales han mostrado su relativa satisfacción ante la posible aprobación de esta medida pero han afirmado que es una medida totalmente insuficiente y han apostado por políticas más disciplinares y un aumento de los controles.